miércoles, mayo 25, 2011

Mi confrontación con la docencia

Inicié mis estudios en la Normal Rural “Benito Juárez” de Panotla, Tlax. y estuve allí durante tres años, terminé mis estudios el año pasado en la Normal Rural “Carmen Serdán” de Teteles, Pue. en la Licenciatura de Educación Primaria. Empecé a trabajar en mi centro de trabajo en agosto del año del 2010, aunque mi orden entró con primero de septiembre, gracias al examen de oposición.
Siento que varias personas han influido en mis decisiones, pero la decisión final siempre ha sido mía, cuando inicié mi preparación me di cuenta de que no hay labor más noble como la de enseñar y que ello es lo que puedo brindar a la sociedad.
Realmente son muchas las ideas las que tengo acerca de ser profesora pues en ocasiones a pesar del entusiasmo y la alegría de poder trabajar siento que no es suficiente lo que ofrezco a mis alumnos, me da miedo no ser el apoyo que necesitan para continuar estudiando o no poderles ayudar para abrir la puerta a nuevas posibilidades.
Ser docente significa para mí una gran responsabilidad, pues tratamos con seres humanos muy valiosos y sensibles a los que se les deben inculcar valores firmes para que puedan enfrentar las situaciones que la vida presenta y que cada vez se tornan más difíciles.
Una de mis satisfacciones más grandes es haber conseguido la plaza docente por medio del examen de oposición a pesar de las ideas y el temor que se tenía sobre el mismo. Otra satisfacción, pero en el aula es que, a pesar de que son muy pocos los alumnos en el grupo los que saben leer, son ellos los que me alientan a dar más atención al resto de mis alumnos brindándome seguridad para que el resto siga aprendiendo. Aunque es aquí donde recuerdo una frase que dice que “los alumnos aprender a leer con el maestro o costa del maestro”, es decir, los que han aprendido a leer lo hicieron no solamente por mi sino por el apoyo de sus papás o influencias de sus hermanos y su situación que es un poco diferente del resto de sus compañeros.
También me satisfacen algunas acciones y actitudes de los alumnos con respecto a los comentarios que les hago, como lo son el tratar de venir aseados, mantener limpio el salón, ser honestos, pedir las cosas con respeto y cuando hacen las cosas porque ellos quieren y no porque se les obliga. Y a veces, sin que se les diga, la gratitud que demuestran o expresan.
Los motivos de insatisfacción se encuentran en el poco apoyo de los padres de familia de la comunidad y el no poder animarlos a procurar a sus hijos en la escuela. También en los resultados que he obtenido con mis alumnos al ver que son pocos los que han aprendido a leer. Mi propia preparación y trabajo en ocasiones no logran convencerme de ser suficientes, pero por ello es que insisto en buscar alternativas.

La aventura de ser maestro

Algunas cometarios que encuentro en primer lugar con la  lectura del perfil docente se relacionan con la percepción y sensibilidad para tomar en cuenta las condiciones sociales y culturales, debido  a las circunstancias en las que se encuentra la comunidad en la que trabajo y los problemas comunes del contexto marginado como lo son las necesidades económicas y la apatía ante  la educación. De ahí que la relación de colaboración con los padres de familia y la comunidad no las pueda llevar a cabo. Considero que debo encontrar las formas de ganarme la confianza de los padres y animarlos a apoyar a sus hijos en la educación, pero eso sólo se logra con trabajo.
Mientras que por otro lado la tarea de aprovechar las circunstancias y las conductas de los alumnos que nos menciona el autor, en mi caso se ha llevado a cabo en pocas ocasiones por causa del tiempo con el que los alumnos realizan las actividades.
 De acuerdo a José M. Steve se aprende a ser profesor por ensayo y por error corrigiendo errores y apuntando lo positivo, el cuestionamiento que encuentro en esto es como enmendar los errores que cometemos con los alumnos. Generalmente todos los días suceden cosas que nos sorprenden y nos llaman mucho la atención, que nos hacen crecer como profesores y alimentan nuestra experiencia, aun cuando no nos satisfagan, y aunque apuntemos lo positivo, en mi caso vuelvo a cometer errores similares, lo que me crea cierto conflicto.
Algo interesante que nos transmite el autor es ser profesores de humanidad mediante la frase “Pensar y sentir y hacer pensar y sentir”, que nos hace reflexionar acerca del propósito de nuestra labor, la cual no se basa simplemente en transmitir conocimiento sino hacer de nuestros alumnos personas razonables, capases de actuar y sentir en base a sus conocimientos. Lo cual me lleva a reflexionar en la noción de competencia, pertinente en este caso por los valores que demuestra el alumno y que se relaciona con su sentir. Lo que le enseñemos a los alumnos debe servir para su vida en sociedad.
La disciplina no es un  tema que haya descrito como un problema, aunque he de confesar que a veces me cuesta trabajo tener el control del grupo, y como lo han mencionado algunos compañeros en el nivel de primaria se necesita mucha paciencia, en sí encuentro conflicto en el uso de castigos o en poner límites a las actitudes y actividades negativas de los alumno, lo único que me ha funcionado es el establecimiento de reglas, pero no termino de convencerme. A pesar de los comentarios de José Esteve acerca de nuestra seguridad y las tareas que debe cumplir un profesor.
Adaptar los contenidos al nivel del alumno y al contexto, a pesar de las dificultades que encontremos es un punto clave en su solución. Por ejemplo, el problema que tengo  de los resultados de adquisición de lectura y escritura se deben tal vez a la falta de organización de actividades que para que se trabaje con el orden productivo del que habla el autor y en que no he sabido adaptar estos conocimientos al contexto.
En resumen, para no redundar, los diversos problemas que encontramos en el que hacer docente se pueden confrontar con la toma de decisiones ante la toma de una verdadera Identidad profesional, cambiando de actitud como lo dice el auto y enfrentar esa falsa idealización y ser humildes ante nuestra profesión. En sí, cumplir correctamente con nuestra labor considerando que lo más importante es el alumno, visualizando siempre el tipo de ciudadanos queremos formar.
La mayoria de la gente vive - ya sea física, intelectual o moralmente- en un mundo muy restringido de sus posibilidades. Todos tenemos reservas de vida en las que ni siquiera soñamos.

WILLIAM JAMES